Fluir
Este momento específico es el resultado de múltiples sucesos que ya no son cambiables, son parte del pasado, este ahora, no es cambiable.
Pero…. Más que el por qué, lo fundamental para ti esta en: ¿qué puedo hacer con esto qué sucede? ¿Cuál es mi función aquí? ¿Qué hay para mí en esto?
Allí está la magia. Pues es como un río con su gran fuerza para generar todo en energía y transformación constante. Solo que la magia desaparece si no fluyes en y con la realidad.
En la medida que la realidad no te gusta, las personas con sus comportamientos, los objetos con sus formas, las circunstancias con sus contrastes; tratas de RESISTIR a ello y al resistir, tu energía se desgasta, tus pensamientos se fijan en algo que NO quieres (lo real, estático) y ahí ya no fluyes y no hay magia. Cada vez que te resistes a lo que sucede, te apegaste a un concepto y no fluyes y al no fluir te deterioras y no creas nuevas realidades armónicas en ti.
De otro lado, si algo que está en tu vida te gusta, lo tratas de RETENER, objetos, personas, momentos, con niveles de apego variables y al tratar de retener, vuelves a ir en contra de la transformación constante del fluir, lo cual lleva a ir en contra de la realidad que fluye; observa lo simple: si ese objeto, persona, lugar o lo que sea, es parte real de tu vida, fluirá contigo, sin necesidad que pretendas retenerlo y podrás disfrutarlo en tu plenitud y en su plenitud de libertad al fluir juntos.
El siguiente punto que te aleja del fluir es lo que quieres que suceda, todo lo que no está en la realidad, pero crees que es fundamental para tus ideales: una meta, una relación, un estado de salud, un nivel social o económico, un objeto o lo que sea, que no esté sucediendo, tu mente te lleva a PERSEGUIR, lo que no tienes y de esa manera te alejas de lo que sucede y dejas de fluir con lo real, desgastando tu cuerpo, tu mente y tu energía volviendo al círculo del sufrimiento.
Es simple: conectar con la magia de la realidad para generar un estado de armonía externa y de paz interna es posible en el fluir, el cual se logra al no resistir, no retener y no perseguir nada de lo que sucede.
Manos a la obra.
Este momento específico es el resultado de múltiples sucesos que ya no son cambiables, son parte del pasado, este ahora, no es cambiable.
Pero…. Más que el por qué, lo fundamental para ti esta en: ¿qué puedo hacer con esto qué sucede? ¿Cuál es mi función aquí? ¿Qué hay para mí en esto?
Allí está la magia. Pues es como un río con su gran fuerza para generar todo en energía y transformación constante. Solo que la magia desaparece si no fluyes en y con la realidad.
En la medida que la realidad no te gusta, las personas con sus comportamientos, los objetos con sus formas, las circunstancias con sus contrastes; tratas de RESISTIR a ello y al resistir, tu energía se desgasta, tus pensamientos se fijan en algo que NO quieres (lo real, estático) y ahí ya no fluyes y no hay magia. Cada vez que te resistes a lo que sucede, te apegaste a un concepto y no fluyes y al no fluir te deterioras y no creas nuevas realidades armónicas en ti.
De otro lado, si algo que está en tu vida te gusta, lo tratas de RETENER, objetos, personas, momentos, con niveles de apego variables y al tratar de retener, vuelves a ir en contra de la transformación constante del fluir, lo cual lleva a ir en contra de la realidad que fluye; observa lo simple: si ese objeto, persona, lugar o lo que sea, es parte real de tu vida, fluirá contigo, sin necesidad que pretendas retenerlo y podrás disfrutarlo en tu plenitud y en su plenitud de libertad al fluir juntos.
El siguiente punto que te aleja del fluir es lo que quieres que suceda, todo lo que no está en la realidad, pero crees que es fundamental para tus ideales: una meta, una relación, un estado de salud, un nivel social o económico, un objeto o lo que sea, que no esté sucediendo, tu mente te lleva a PERSEGUIR, lo que no tienes y de esa manera te alejas de lo que sucede y dejas de fluir con lo real, desgastando tu cuerpo, tu mente y tu energía volviendo al círculo del sufrimiento.
Es simple: conectar con la magia de la realidad para generar un estado de armonía externa y de paz interna es posible en el fluir, el cual se logra al no resistir, no retener y no perseguir nada de lo que sucede.
Manos a la obra.