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8/10/2018 1 Comentario

Acerca del respeto

Camilove 777

Munay

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Me pega duro el tema de esta semana, irónicamente siento culpa, y más culpa aún de sentirme culpable. El mensaje es sencillo, el respeto, una vía directa a la felicidad, se encuentra en la ausencia de vergüenza y culpa hacia sí mismo, en la ausencia de juicio y consejos no pedidos hacia los demás. 

No se si les ha ocurrido, cada vez me ocurre con menos frecuencia pero cuando pasa es pesado y denso para mi sentir: van leyendo una descripción de lo que no deberían hacer para ser más felices y sincrónicamente se dan cuenta que están en todo lo que, justamente no deberían hacer. Si! Eso me ocurrió al leer el texto de reflexión y ver el vídeo sobre respeto de nuestro entrenador de felicidad Munay. Este fue mi resultado (algo parcializado hacia el auto juicio), mi visión presente del respeto:  Vergüenza tal vez no siento tanta, pero después me pregunté si será más bien porque no me expongo tanto, porque no intento tanto. O porque solo me expongo cuando se que no voy a sentir tanta vergüenza.

¡Culpa! Esta fue la que me hizo sentir muy culpable, no tuve siquiera que pensar en ejemplos, una voz entre compasiva y con ira me dijo implacable: te culpas mucho! Te culpas de lo que dejas de hacer, de lo que dejas de disfrutar, de lo que callaste, de tu falta de perfección, de tu falta de espiritualidad, de la cerveza que te tomaste sin consciencia, de tu falta de esencia, de tu egoísmo, de no trabajar suficiente, de no haber hecho yoga ahh y la lista no termina. 
¿Juzgar? No estoy tan mal aquí aunque últimamente me sorprendo juzgando a quienes juzgan, juzgando a los caminos espirituales que hace sufrir para crecer, juzgando a las personas por actitudes humanas que solo yo veo y además, para sentirme bien, espiritual, conforme con mi propia imagen de no juzgar término haciendo a un lado mi juicio y se queda ahí en el aire o en la tierra de mi memoria y se cultiva como una opinión constante de rechazo hacia esa persona. 
​
No interferir. Y el último que ni siquiera estaba en mi lista de respeto, no interferir, no dar consejos o ayuda no solicitada. En este camino de consciencia y en estos proyectos que emprendo ya me parece casi natural hacerlo! Me acuerdo como algunas veces me sonreía internamente en mi ego espiritual al haberle dicho exactamente lo que el ego de otro ser necesitaba escuchar, creyendo que estaba ayudando cuando solo me estaba satisfaciendo en mi creencia de saber más o de haber hecho el bien. “Cami tengo dolor de espalda...” y mi respuesta casi automática y compasiva era: “sabes que el dolor de espalda tiene que ver con cargas, o responsabilidades, examina tus creencias con respecto al dinero, mira que hay unas afirmaciones y ejercicios muy efectivos para que además de tu dolor cambies tu sensación emocional y mental de cargar con la vida etc”. Ahora me pregunto, que motivación tenía de decirle esas cosas, y aún cuando fuese genuinamente un deseo de ayudar, por qué quería ayudar? Que me da el derecho de interferir en su proceso, de no dejarle ver al otro la belleza del camino que está recorriendo y mostrarle en lugar del suyo, el mío? Es como si entrase a un museo y alguien que no sabe más que yo, porque simplemente ya vio una pintura, me muestra otra sin mi consentimiento y me dice “ven por acá que este cuadro es más bonito!” ??? En serio tengo el irrespeto de desviar el camino de otra alma igual de sabia y divina que la mía? 

Pero al final de todo, termino sintiendo ganas de respirar y perdonarme y al menos proponerme, como método inicial para cumplir con estos preceptos del respeto: aceptar, aceptar, aceptar que aún siento vergüenza de irrespetarme, que aún siento culpa de sentir culpa, que aún juzgo a los otros y mas duro, seguido y sin darme cuenta, y que aún doy consejos que no me pide, es lo que hay, no lo digo para resignarme y seguirlo haciendo, lo digo porque la única manera de dejar de hacerlo es entender que seguiré haciéndolo porque a eso vine, hasta que ya no me de pena, culpa ni me juzgue por ser humano.

1 Comentario
Maria Mercedes
8/11/2018 06:12:56 am

Hola
Me identifico con mucho de lo que escribes en este comentario.
He hecho los ejercicios con profunda vergüenza de mis reiterados irrespetos conmigo y con mis "cercanos".
Pero darme cuenta ha sido importante; me aterriza con toda, pero al tiempo me da la opción de reconocerme en mi pequeñez y en mi grandeza, es dcir en mi humanidad
... en esto me muevo todo el tiempo

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