Sonreir

Wilmar García

Munay

Algunas veces, siendo niños, mientras jugábamos, riendo y por tanto haciendo ruido, nos decían que hiciéramos silencio, que nos portáramos juiciosos y de alguna manera quedó grabado en el subconsciente que la risa no es de juicio. También se nos dijo que ser serios es necesario para ser respetados y tenidos en cuenta, con lo cual creímos que reír es de irrespetuosos. A pesar de esos programas instalados en mayor o menor medida en nosotros, la risa es espontánea y por más programación, no ha desaparecido, solo que “la controlamos”.
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La risa es un reflejo que responde al estado de placer por satisfacer las necesidades físicas del instinto y también es una manifestación física de la alegría por una realidad satisfactoria según los conceptos aprendidos.
La sonrisa es el resultado de un estado mental- espiritual de valoración por la realidad, de gratitud por los sucesos, de apertura al aprendizaje. A diferencia de la risa, no depende de una creencia, ni de la satisfacción por lo que suceda, es autodefinida, es decidida de forma voluntaria. La sonrisa requiere entrenamiento y decisión consciente. De una u otra manera, la risa o la sonrisa, liberan neurohormonas que generan un estado de relajación física, aumento de la circulación sanguínea y expansión pulmonar; lo que
conduce a una mejor funcionalidad de múltiples órganos, mayor capacidad de respuesta física, apertura de las percepciones sensoriales y mejor capacidad de análisis. En resumen, los resultados de la sonreir llevan a encontrar respuestas y resolución de posibles dificultades.
No hay duda que estar cerca de alguien que ríe o sonríe nos contagia, que preferimos trabajar o cooperar con alguien que sonríe a hacerlo con alguien que no lo hace, lo cual hace de quien sonríe una muy buena opción para ser compañero, pareja, o simplemente
alguien con quien compartir.
Si entiendes y has sentido los beneficios de sonreír y sabes que la risa puede no ser suficiente, podrías entrenarte en sonreír, solo tu puedes decidirlo y hacerlo, donde estés, en lo que hagas, con quien estés, es posible que en tus inicios te sientas haciendo el
ridículo, tu mente lo repetirá y un par de personas también te lo dirán, pero mas vale un ridículo feliz, sano, rodeado de oportunidades y personas valiosas que un serio enfermo y solo.